Buscando en la caja de los recuerdos permanece en mi memoria la imagen de Enrique Castro «Quini», sentado en la mesa presidencial de las oficinas del Sporting, ante siete tímidos adolescentes, leyendo con atención un ejemplar de mi primera experiencia periodística.
Ejecutor de sueños
Fue el único e intenso contacto que tuve con el ex-futbolista del Sporting de Gijón y Barcelona. Suficiente para darme cuenta de la humanidad y humildad de un jugador de los que no quedan. Era el año 1984, yo tenía 13 años y mi primer sueño periodístico se cumplió gracias a la modestia de una gran figura dentro y fuera de los campos de juego.
En aquel año yo vivía en Gijón, lugar en el que un grupo de amigos imberbes decidimos editar una revista colegial llamada «El Mensajero». Una máquina de escribir, un centenar de folios y una fotocopiadora fueron la excusa para solicitar una entrevista con «Quini». Ni siquiera esperábamos respuesta a nuestra petición y, sin embargo, unos días más tarde estábamos sentados en aquella sala llena de trofeos, junto a «Quini» y al entonces presidente Vega Arango.
Calidad humana
No éramos nadie. Solo un puñado de niños, unos intrépidos aprendices en busca del primer titular de nuestra vida. Pero «Quini», que en aquel entonces ya había ganado siete pichichis, puso todo el empeño en satisfacer nuestras dudas. Aquella entrevista siempre permanecerá en mi memoria y en la de mis amigos porque fue la primera de mi vida y por la cercanía de un personaje que, lejos de presumir de sus goles, nos trató con dedicación, simpatía, sencillez y naturalidad.
«Quini» nunca podrá ser superado, ni siquiera comparado con los actuales divos engominados del fútbol
«Quini» fue el mensajero del gol, de la humanidad, de la humildad y del saber estar. Un personaje auténtico que nunca podrá ser superado en cualidades por los actuales futbolistas, divos engominados artificiales del fútbol… porque el carisma no se obtiene gracias a los grandes goles en teles HD de 65 pulgadas. Quini se lo ganó en blanco y negro y su recuerdo permanecerá en la memoria de todos por sus grandes hazañas dentro del campo y, sobre todo, por sus pequeños detalles fuera. Descanse en paz, Enrique Castro «Quini».
Fotos: imagen de portada de El País. Foto interior de Agencia EFE.