El propietario del RCD Mallorca se conforma con jugar el PlayOff como así lo manifestó Luis García Plaza en una entrevista en el programa ‘Despierta San Francisco’ de Radio MARCA. El técnico contó de manera diáfana su conversación con la propiedad sobre los objetivos del equipo para la temporada. “El proyecto deportivo es bueno, me convenció que me dijeran que si íbamos octavos era un fracaso y que el objetivo era jugar el PlayOff de ascenso”. Con esta rotunda exposición se despejan las dudas que desde el descenso se habían instalado en referencia a las intenciones de los dueños y al por qué han sido reacios a invertir en fichajes de nivel contrastado. Para ellos no es una prioridad el ascenso.
Se despejan las dudas en referencia a por qué los accionistas han sido reacios a invertir en fichajes de nivel.
Golpe de realidad
Es un golpe de realidad para el mallorquinismo que está viviendo con emoción y nerviosismo la marcha del equipo jornada tras jornada en la lucha por conseguir un billete para el ascenso directo. Es cierto que el entrenador ha dejado caer que jugar el PlayOff no sería un fracaso pero simplemente lo había interpretado como una manera de quitar presión a los futbolistas y resulta que sí es el objetivo del proyecto. En la entrevista, García Plaza abundó en que está encantado con este proyecto de dos años por el que se ha comprometido. “Dos temporadas de tranquilidad, sin una obligación tremenda de subir pero sí para estar entre los mejores de Segunda y, si se puede subir, consolidar al equipo en Primera”.
Capricho
Queda claro que los americanos tienen una hoja de ruta que nada tiene que ver con la del entorno ni con el sentimiento mallorquinista que solamente ansia el retorno a la máxima categoría. No queda otra que aceptar esta triste realidad. La de unos señores que tienen como capricho un club de fútbol en una pequeña isla al otro lado del Atlántico. Pagan religiosamente las facturas, que suponen calderilla para sus bolsillos, y muy de vez en cuando aparecen para disfrutar de las bondades mediterráneas. Solamente puede ser una cuestión de desconocimiento o indiferencia. Personalmente me inclino por esta segunda opción para llegar a entender la forma de pensar de Sarver, Köhlberg y poco más porque Nash ya está desvinculado del día a día.
Indiferencia
Tiene que ser indiferencia lo que tienen hacia su propiedad mallorquina. Son personas de negocios y empresarios que es imposible que no quieran ver que la viabilidad del club pasa por el ascenso a Primera esta temporada. No lo viven ni como empresarios ni con la pasión que merece. Ser el máximo accionista de un club de fútbol nada tiene que ver con una franquicia de la NBA. El fútbol se vive intensamente en los despachos, vestuarios y, por supuesto, en la afición. Queda claro que los dueños del Mallorca juegan otra liga. Y nunca mejor dicho.