Disfrutemos de Pogacar

Pogacar es imparable. Ganó su octavo monumento en Flandes, en un terreno donde corredores como Van der Poel, Van Aert, Pedersen, Bennot… tienen su hábitat natural.

A Pogacar se le compara con Merckx por aquello de su insaciable y voraz ambición. Sin embargo, también tiene mucho de Coppi. Le gusta ganar en solitario, escaparse a cualquier distancia, como hace setenta años hacía el italiano.

Así lo hizo en el Mundial de Zurich, largándose a casi cien kilómetros de meta, y más recientemente, le hemos visto hacerlo en la Strade Bianche, intentarlo en la Cipressa, y este domingo, en The Ronde.

Pogacar consigue su segundo Tour de Flandes, y convierte cada carrera que corre en historia.

Cuentan que Coppi lo hacía porque le daba miedo ir en pelotón. Para evitarse percances, huía del riesgo y se marchaba con todo su poderío en solitario. Las victorias de Pogacar son un híbrido de las dos leyendas. Gana a lo Merckx al estilo de Coppi.

Esta afirmación solo quiere situar a Pogacar en el lugar que se merece: entre los más grandes del ciclismo. Pogacar ya está con los más grandes de la historia.

El actual campeón del mundo está rompiendo todos los moldes, en palabras de Alberto Contador. El ciclismo del siglo XXI tiene su leyenda en este portento venido de las tierras del Este. La montañosa y desconocida Eslovenia alumbraron al campeón de los años 20 del alocado siglo que vivimos. Así se le recordará de generación en generación. Disfrutemos de ser sus contemporáneos.

Demarraje en el Kwaremont

Su segundo Tour de Flandes se fraguó en las rampas del Kwaremont. Sobrenombre mítico de las tierras flamencas. Un Van der Poel magullado, resentido por la caída sufrida kilómetros atrás, no pudo contener la sacudida de Pogacar. Lo intentó el portentoso neerlandés, pétreo y estilizado hasta la perfección. Sucumbió ante el resplandor del arco iris.

Por primera vez, un campeón del mundo cruza consecutivamente la meta del Tour de Flandes alzando los brazos en señal de triunfo.

Queridos amigos, no se distraigan todavía. La semana grande, la fiesta de las clásicas no ha terminado todavía.  La revancha está servida y será en la París- Roubaix, en el Infierno del Norte, donde nuevamente, Pogacar y Van der Poer nos brindarán un domingo de ciclismo deslumbrante.

Avisen a la familia. Este domingo, los amantes de lo bello tenemos una cita en Roubaix.

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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