El descenso del At. Baleares al fútbol autonómico parece inevitable viéndose penúltimo y en caída libre. Han ganado cuatro partidos de veintiséis, quedan doce por disputar y necesitan siete triunfos. Son cuentas que al final no salen pero que te hacen mantener con algo de ilusión poder jugar el próximo partido o ir a entrenar cada mañana. No creo que los balearicos sean conscientes de la pérdida de posicionamiento del club si la próxima temporada juegan en Tercera.
Cabe preguntarse primero por la intermitente presencia del propietario y saber que piensa hacer com Patrick Messow.
Con el descenso pueden ir guardando el photocall de los patrocinadores, cerrar las oficinas y desgraciadamente aumentar las listas de desempleo. No tendrán protagonismo en los medios ni portadas. Para IB3 serán uno más del futbol de ca nostra después de siete temporadas. En este año tan especial han compartido protagonismo con el RCD Mallorca. Algo inimaginable hace poco tiempo. La humillación deportiva y social será de consecuencias fatales para el futuro de la entidad.
Fútbol de ca nostra
En lo deportivo se deberá despedir a práctimamente toda la plantilla, una de las más caras de toda la Segunda B, para fichar a futbolistas acordes con la categoría. Tener a profesionales como el Ibiza es una apuesta de alto riesgo. En el área social las consecuencias del descenso harán que se pierda un gran número de abonados cercano al cincuenta por ciento. El aficionado blanquiazul se ha acomodado a las matinales del fútbol de bronce jugando fases de ascenso a la LFP presenciando a equipos históricos. Todo esto tocará a su fin si no ocurre algo extraordinario en los doce partidos que faltan para consumar el ridículo.
Marca en declive
Instalados en el fútbol autonómico, el club arrancará la temporada en su reformada casa. El Estadi Balear dudo que sea un aliciente suficiente para evitar la fuga de abonados. La marca ATB está en declive no solamente por la catastrófica temporada sino por la pésima imagen que se está dando de cara al exterior. El caos interno y el desgobierno desprestigian y penalizan mucho a la hora de renovar patrocinadores. El descenso será un golpe drástico al capítulo económico. En Tercera los patrocinadores pasan a ser colaboradores. Es imposible vender camisetas o vallas publicitarias al no existir retorno mediático. Inmerso el club en una dramática situación, cabe preguntarse primero por la intermitente presencia del propietario y saber que piensa hacer com Patrick Messow.
Portada: Prolegomenos del encuentro entre Independiente y At. Baleares de la temporada 2009/10 (Fútbol Balear).