Descansa en paz, Serol

El entrañable Guillem Capó “Serol” ha fallecido. Al eterno directivo de la UD Poblense ya no le veremos en la sala de trofeos del estadio pobler comiendo cacahuetes. Tampoco volveremos a verle en la Gala del Fútbol Balear con su bufete de sobrassada casera. Era la mesa más buscada durante el aperitivo donde veías a Serol sacando pecho y sirviendo el manjar más deseado de la cena. Mi relación con él en mis comienzos fue la clásica entre un directivo y un entusiasta muchacho que cubría la información del equipo.

Son gente que convierte el club en su casa y a futbolistas y entrenadores en su familia.

Un caballero

Guillem era una persona temperamental durante los partidos. Se enfadaba con facilidad pero, nada más pitar el final, el cabreo se volvía amabilidad hacia rivales y colegiados. Era un tipo serio -al menos conmigo siempre guardó las distancias- y sabía manejarse muy bien con la prensa palmesana. Todo un caballero, también hay que decirlo. Podía no estar de acuerdo con mis opiniones y su única muestra de enfado era una mirada seria y fija. Ello era suficiente para hacerme reflexionar sobre alguna crítica. Ha sido en los últimos años cuando se mostró muy cercano conmigo. Serol sabía el cariño que le tengo al club y a sus actuales dirigentes, técnicos y futbolistas. Le gustaba que me pasara por el campo un día de partido. Me acuerdo que, no hace mucho, me dijo “si hubiéramos ascendido tendrías que viajar con nosotros porque eres de los nuestros”. Con echar un vistazo al Twitter de la UD Poblense, uno se da cuenta de las muestras de cariño del fútbol de ca nostra hacia el directivo que nos ha dejado. Siempre acompañaba al equipo en los desplazamientos hasta que, el pasado noviembre, fue ingresado en la UCI de Son Llàtzer.

2018_02_10 Serol Poblense 01

Hombre de club

Se ha marchado con la ilusión de volver a ver a su equipo en Segunda B. Ya tendrá que verlo desde el cielo. Quedan pocos directivos como él en el fútbol amateur. Son gente que convierte el club en su casa y a futbolistas y entrenadores en su familia. En el caso de Seriol, al ser soltero, había que añadir que todas sus horas libres estaban ligadas a la institución azulgrana.  Me cuentan familiares y médicos que, estando en la UCI, soñaba en voz alta discutiendo con Martí Munar, Polita o el propio Molondro. La pérdida del bueno de Guillem Capó ha sido un duro golpe no solamente para el club, sino también para el pueblo. En Sa Pobla era todo un personaje querido y respetado por todos. Amigo de sus amigos, siempre dispuesto a ayudarte y compartir un arròs pobler con todos. Se encargaba de que a su míster y jugadores no les faltase su termo de café antes de los partidos y los cacahuetes a todos los que eramos invitados a la sala VIP del campo en el descanso. El resto de la semana estaba para lo que hiciera falta. Trámites burocráticos, infraestructuras o fútbol base. te echaremos de menos. Descansa en paz, Serol.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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