Desde el paso de Luis Aragonés por la sala de prensa de Son Moix no había vuelto a sentarse ante los medios un entrenador con el gancho de Luis García Plaza a la hora de expresarse. Madrileño como Aragonés y sin pelos en la lengua a la hora de hablar claro de lo que se le interrogue como pasaba con el Sabio de Hortaleza. García Plaza no tiene un pase ni con el entrenador rival al que rebate sus argumentos cuando le corresponde aparecer en la rueda de prensa tras él. Algo que ocurre en los partidos de local. Tampoco tiene reparo en entrar al choque con periodistas que suelen jugar a entrenadores o influenciados por estos al cuestionar estrategias, cambios o situaciones de partido.
García Plaza es el mejor comunicador que ha tenido el Mallorca desde Luis Aragonés.
Tipo cercano
Este perfil gusta al aficionado. Desde la primera aparición el día de su presentación se metió al gran público en el bolsillo. Sin duda es un personaje que consigue conectar y hasta convencer a la audiencia. Su lenguaje corporal ayuda a que sus mensajes lleguen. Gesticula mucho pero su mejor arma es el discurso llano y directo. Habla en una rueda de prensa como si lo estuviese haciendo en una tertulia entre amigos. Es un tipo cercano. Tanto que no se corta en utilizar el mismo vocabulario, con tacos incluidos, que pueden salir de la boca de cualquiera de nosotros en conversaciones informales. En varias ocasiones le hemos escuchado el clásico “qué cabrón” y alguna más que, en un primer momento, pueden sonrojar a los más puristas.
De cara
Su sinceridad también le hace ganar seguidores. No le gusta la mentira piadosa y prefiere decir aquello de “no puedo hablar de este tema”, algo que hoy en día se agradece en este mundo del fútbol profesional. Una pena que ni aficionados ni peñistas puedan disfrutar de sus batallitas en una cena de arròs brut. O, en el caso de los periodistas, compartiendo horas de espera en los aeropuertos. Algo que, con la situación actual, es imposible. De momento hay que conformarse con el Luis García Plaza telemático o el de las redes sociales. Como entrenador no le puedo juzgar pero sí como comunicador y, sin duda, es el mejor que hemos tenido desde Luis Aragonés.
