Una grave crisis deportiva se ha instalado en el Palau Municipal d’Esports de Son Moix. Los tres clubes que cohabitan en esa instalación están pasando por momentos difíciles. Los resultados no van acordes con las expectativas que, el día de sus puestas de largo, los dirigentes de estas entidades vendieron a sus aficionados.
Quizás exageraron la realidad pasándose de optimismo. El Palma Futsal, Bahía San Agustín y Voley Palma presentan números rojos en sus respectivas clasificaciones y no estamos acostumbrados a verlos tan lejos de los puestos de arriba. Sin duda el mal arranque de los de Antonio Vadillo es muy sorprendente.
Los resultados no van acordes con las expectativas que sus dirigentes vendieron pasándose de optimistas.
En el alambre
Tanto el baloncesto como el voleibol son dos clubes que conviven históricamente en el alambre. Como instituciones humildes que son, saben navegar entre las crisis económicas y deportivas. A nadie le puede llamar la atención lo que les está pasando en este ejercicio 2021/22. Guillem Boscana ha mantenido la filosofía que le llevó a presentar unos buenos resultados el pasado campeonato.
Pero todo hace presagiar que el segundo proyecto con Pepe Laso mucho deberá mejorar para no descender. Un hipotético regreso a la LEB Plata sería un golpe para el club y el aficionado al basket, teniendo que abandonar el templo de Son Moix y trasladarse al Germans Escalas. Peor lo tiene el Voley Palma, que no está ni se le espera. Hablamos de un club que, desde hace tiempo, está agonizando. Ni el hecho de haber jugado la última final de la Copa del Rey le ha servido para darle más valor a una marca con un gran historial.
Imagen tocada
La gran sorpresa la está protagonizando el equipo de fútbol sala con su peor inicio de liga de los últimos años, como reconoce el propio director general del club José Tirado “no es lógico ni normal”. Sería catastrófico para el trabajado proyecto no estar al final de la LNFS entre los grandes. Su imagen podría salir muy tocada para un club que basa su estructura comercial en los resultados.
El mérito está en que, sin haber conseguido ninguno de los grandes títulos en juego, siempre ha estado hasta el final peleando por ellos. Existe preocupación de puertas hacia dentro pero también la certeza que hay plantilla para salir de esta crisis. Algo que no parece lo tengan en el Bahía San Agustín ni Voley Palma. La crisis en el Palau es una realidad.
