Con el equipo enganchado al PlayOff, a muchos les sorprende la baja asistencia de público a los partidos de Son Moix. A mí, no. Siempre ha sido así. Ni en la época dorada de Primera División ni en las temporadas compitiendo en Europa hemos visto los 23.142 asientos ocupados. En aquellos años no había tanta televisión con lo cual, la excusa de que se está más cómodo en el sofá de casa, no justifica el bajo promedio de asistencia que ronda los 7.500 espectadores esta temporada. La realidad es la que es y las cifras lo dejan muy claro. En Primera eramos 18.000 como mucho. Estos números dejan claro que hay mallorquinistas de primera y de segunda a la hora de asistir a los partidos.
Molango ha dado la orden de recuperar presencia en la calle pero sin regalar entradas.
Sin excusas
Ojo, no hay que confundir la asistencia a los partidos con el interés de la sociedad hacia el club. Son muchos más que la cifra oficial de diez mil abonados. El club está muy bien posicionado en las redes sociales. Algo que, hoy en día, es clave para proyectar su imagen al exterior. El Mallorca es la empresa balear que más seguidores tiene, algo que deja muy claro que su producto interesa con 250.000 seguidores solamente en Twitter. Otro de los medidores que siempre se han utilizado para justificar la bajada escalonada de asistentes al estadio ha sido el argumento basado en la inestabilidad del club con años difíciles de enfrentamientos, compras y ventas de las acciones con diferentes propiedades, a cual peor. Durante años esta ha sido la excusa para justificar las flojas cifras. Hoy ocurre todo lo contrario y siguen sin aparecer los desertores.
Presencia real
El club es actualmente un remanso de paz. Se acabaron las guerras internas, las conspiraciones y se han limpiado todos los departamentes intoxicados por personas nocivas que solamente buscaban su beneficio personal en la primera fase de la refundación. Cerrada esta etapa inicial en breve, con la buena sintonía que existe con la nueva federación de peñas -ahora llamada Unión de Peñas-, Molango ha dado el visto bueno para que, desde la institución, se potencia el área social. El principal objetivo debe ser salir a la calle con una mayor presencia física porque el RCD Mallorca no es solamente virtual. El trabajo no será fácil ya que está casi todo por hacer. El consejero delegado ha puesto una condición, por orden de Robert Sarver, de prohibir regalar entradas.
Portada: Desangelada imagen de la despoblada tribuna cubierta de Son Moix (RCDM).