De puertas hacia adentro no se puede disimular la alegría que ha generado en la planta noble y el vestuario de Son Moix el espectacular arranque del equipo en su regreso a la Liga123. Pero la consigna es no salirse de la hoja de ruta que marcó Molango tras el descenso al fútbol de bronce basada en la humildad y el silencio. Los brotes de euforia siguen prohibidos en el manual de declaraciones. El más claro ejemplo lo escuchamos en la rueda de prensa del entrenador Vicente Moreno. También el consejero delegado, en privado, vende moderación y no deja de recordar que queda mucho para lograr el objetivo de la permanencia.
El ruido de sables promovido por disidentes resentidos, agitando las redes sociales, se ha apagado.
Sin agitadores
Al técnico valenciano tampoco se le olvida hablar, siempre que puede,del dichoso tema del tope salarial que, a buen seguro, tendrá consecuencias a medida que avance el campeonato para su equipo. Las grandes plantillas de los clubes millonarios se están acoplando y, con el paso de las jornadas, serán más competitivos poniendo a cada uno en su lugar en la tabla. Hay que tener claro que el Mallorca está en el vagón de cola en presupuestos. Por ello hay que, de puertas hacia afuera, que disfrutar con moderación de ver al equipo segundo clasificado en el fútbol de plata. El ruido de sables que promovieron algunos disidentes -resentidos y con mala intención- desde las redes sociales, se ha apagado. Se lanzaron duras críticas contra los actuales gestores han tenido que retirarse y deberán esperar a que llegue la primera crisis antes de volver al fuego de castigo sobre la planta noble de Son Moix.
Triangulo ganador
Quien también cumple con el protocolo es Javier Recio. El director deportivo actúa desde la discreción y todo hace presagiar que cerrará con éxito el capítulo de altas y bajas de futbolistas. Recio ha sido el gran damnificado por el tope salarial. Si el pasado verano se movía por el mercado de fichajes con los bolsillos llenos de dinero, su puesta en escena este verano ha sido todo lo contrario. Nadie le podrá recriminar que le ha echado muchas horas. Primero desde su despacho y, desde que la plantilla se ha puesto en marcha, no se ha despegado de Moreno. Raro es el día que no sigue los entrenamientos sobre el césped pegado al móvil, apoyando al míster y cuidando a los futbolistas. Solamente llevamos dos jornadas cumpliéndose con éxito las expectativas sociales y deportivas. Situados en el punto de mira, el triangulo ganador de Molango, Recio y Moreno sigue callando bocas. Este dulce arranque ha sido como una inyección de tranquilidad para los hombres que están más vigilados desde hasce un año.