Ayuso ha conseguido que un español vuelva a ganar una carrera World Tour, más allá de nuestras fronteras.
Juan Ayuso se hizo con el tridente de los dos mares, ganó con autoridad la Tirreno Adriático ante rivales de entidad como Thomas Pidcock, Adam Yates, Antonio Tiberi, o el ganador del Giro de Italia del 2022, Jay Hindley.
A Juan Ayuso lo conocí en Mallorca siendo junior, en la que fue su última temporada antes de dar el salto al UAE Emirates. Hizo doblete en ruta y contrarreloj en el Campeonato de España Junior que se celebró en el municipio de Llucmajor, en plena pandemia. Demostró todo lo que hoy exhibe en la élite del ciclismo.
Ganador con solo veintidós años
Juan Ayuso, en la temporada de sus veintidós primaveras, ha comenzado muy fuerte. Con la victoria en Frontignano, en una subida de siete kilómetros exigente, soltando a sus rivales en el momento clave, con una fortaleza que bien merece ser anotada y recordada de cara a los objetivos que todavía quedan por librarse en esta temporada, nos anuncia grandes momentos.
Desde el 2014 con Alberto Contador, un español no ganaba en la carrera de los dos mares
Ayuso va a por todas, como demuestran sus credenciales precedentes, y esta nueva victoria en la Tirreno Adriático. Tiene la personalidad para pensar que puede ganar todo lo que se proponga, a su debido tiempo.
Desde el triunfo en el 2014 de Alberto Contador, el ciclismo español no tenía un vencedor en una carrera como la Tirreno Adriático, que cada año añade prestigio y relevancia, a pesar de coincidir con la más clásica y tradicional de la París- Niza. Además de Contador, otros ganadores españoles en la carrera de los dos mares fueron los campeones del mundo, Abraham Olano y Oscar Freire.
Cohabitación con Pogacar
La pregunta que aflora en los foros y especulaciones es saber qué sucederá con Juan Ayuso, conociéndose que comparte equipo con el gran dominador del ciclismo actual, Tadej Pogacar.
De momento, le volveremos a ver competir en la Volta a Catalunya y el próximo Giro de Italia, con las máximas ambiciones.
La pregunta incisiva e incesante no tiene respuesta cerrada. Cualquier cábala es absurda, a tenor de la juventud de Ayuso. Apenas tiene veintidós años. Su máxima versión está todavía por explotar. Una victoria como la de este fin de semana solo acredita que estamos ante un corredor que no tiene techo.
A su edad compartir equipo con Pogacar solo puede serle beneficioso.
La recurrente crítica que le acecha en estos años ha sido aniquilada. Ayuso va bien en todos lo terrenos. Sus tres victorias en este 2025 solo ratifican lo que ya sabíamos. Lo que ha hecho en La Drome Classic, en la Laigueglia y la referida en Frotignano acalla todas las críticas que le acechaban.
Cuando termine su actual contrato en el UAE Emirates tendrá veinticinco años. O lo que bien podría traducirse en un “tiene toda la vida por delante”. Será entonces cuando Ayuso tendrá que decidir qué camino escoge, apuntando presumiblemente a la búsqueda del impulso definitivo en calidad de jefe indiscutible de filas.
Buen ciclista en todos los terrenos
No conviene olvidar que Ayuso también es un primor contra el reloj. Capaz de ganar a Evenepoel en la Vuelta a Suiza en el 2023 o a un avezado especialista como Filippo Ganna, es una credencial que completada con la buena marcha que está demostrando en la montaña, hace soñar con verle algún día de amarillo Tour de Francia. Sus Vuelta a España, y la Itzulia conseguida la temporada pasada, son augurios de un potencial indiscutible.
Tiempo al tiempo. Todo lo que apunta a Juan Ayuso es excelente. Su cohabitación con Pogacar bajo el mismo paraguas no es mala. Estar con el mejor a su edad solo tiene ventajas, Llegará un día que el camino se bifurcará, pero hasta que ese día llegue, démosle lo que bien se está ganando: confianza absoluta y presión adecuada.
