Tuve a Aridai Cabrera en el Mallorca B durante la temporada 2011/12. Es un extremo que, en el esquema de 4-2-3-1, puede jugar en todo el frente de ataque. Recuerdo que era el jugador con más talento de la plantilla, con habilidad y velocidad. Su capacidad de driblar le permitía anotar grandes goles. También es un gran especialista a balón parado. Era un jugador capaz de ganarte un partido él solo, pero también intermitente.
Era un jugador capaz de ganarte un partido él solo, pero a la vez también intermitente.
Hábil
Si no tenía el día y las cosas no le salían, se ofuscaba y era mejor cambiarle. A un jugador tan talentoso solamente puedes pedirle que incorpore habilidades como saber cuando jugártela y cuando pasar el balón. Otro aspecto era saber trabajar sin balón con tu centro del campo. En el sistema que utilizábamos, el extremo tiene que juntarse con los centrocampistas para defender y él se desconectaba. Era cuestión de voluntad y concentración el poder llegar al fútbol profesional. Le ha costado explotar una vez dio el salto a Girona, Sabadell o Cultural Leonesa.
Driblador
Ya lo dice Simeone. Un cosa es lo que aporta un jugador y, la otra, lo que le ofrece al equipo. Muchos futbolistas no cuentan con minutos porque no dan al entrenador lo que necesita el colectivo. Le haces un equipo a su alrededor, como Messi, o este futbolista deberá trabajar. Y esto es lo que le sucedía a Aridai. Moreno tiene una idea de juego con cuatro centrales, dos pivotes y futbolistas de banda extremos puros que pueden recibir el balón en el pie y buscar profundidad. Queda en evidencia que el Mallorca, sin Lago ni Giner, se ha fichado a dos dribladores como Bustos y el canario.
Portada: Aridai Cabrera en su etapa en el Valencia Mestalla.