Al Mallorca no se le puede escapar el PlayOff. Le saca seis puntos al séptimo clasificado y quedan tres jornadas por disputar. Es una pena que, a estas alturas, no se pueda seguir aspirando al ascenso directo tras perder ante dos descendidos como Córdoba y Nàstic. Lo que toca ahora es intentar terminar lo más arriba posible para ser cabeza de serie en la promoción.
Marcará la diferencia el nivel de resistencia inicial que ponga el equipo de Vicente Moreno.
Aguantar
De cara al partido del lunes, clave, el handicap es tener unos malos números fuera de casa por más que se ganara en Las Palmas y Málaga. Eso sí, el Deportivo tampoco está fino en Riazor. Para el Mallorca será una ventaja conocer el lunes todos los resultados para salir al campo con más calma o con otro planteamiento de partido. La ansiedad estará del lado de los gallegos porque las cosas no le salen a los futbolistas blanquiazules. Si los rojillos aguantan los primeros veinte minutos sin recibir gol ni ocasiones de peligro, el público puede girarse en su contra. Marcará la diferencia el nivel de resistencia que ponga el equipo de Vicente Moreno.
Reacción
En el Deportivo, todavía, no se ha producido una reacción significativa tras el cese de Natxo González. Con Pep Lluís Martí, los gallegos llevan tres derrotas, un empate y las dos victorias fueron a domicilio y por la mínima en Soria y Zaragoza. Hay una estadística que avala el hecho que solamente trece de los últimos setenta equipos que han descendido a Segunda, habían mantenido a su técnico de principio de temproada. Algo que contradice lo que se toma como cierto de que, cuando vienen maldadas, el primero en pagarlo es quien se sienta en el banquillo. El famoso efecto entrenador nuevo muchas veces solamente sirve para un número limitado de encuentros. El problema es utilizar esa bala demasiado pronto y que se diluya.
