Existían serias dudas, conocidos los antecedentes. El pasado Tour de Suiza no hizo, sino confirmar lo que se ha visto en la primavera que llega a su final. Un Enric agazapado, sin pegada ni luminosidad, respetando sus habituales puestos de privilegio, pero muy lejos de los lugares de honor, obliga a concluir que hay algo que no termina de fluir como debería.
Es cierto que todo lo que antecede al Tour de Francia son probaturas. Toda la preparación se focaliza en llegar a la ronda francesa en el pico de forma óptimo. Todavía quedan unas semanas por delante, sin embargo, para un ciclista como Enric Mas, que prepara toda la temporada con dos objetivos muy evidentes, el Tour y la Vuelta, se esperaba que a estas alturas del año su nivel fuera superior.
El discreto papel de Enric Mas en Suiza ha sembrado de dudas su participación en el próximo Tour de Francia.
Por esta razón, para muchos analistas han saltado las alarmas cuando el corredor del Movistar ha concluido el Tour de Suiza a más de cinco minutos de Adam Yates, por detrás de ciclistas que en teoría deberían estar un escalón por debajo del mallorquín, encontrándonos a las puertas de uno de sus objetivos primordiales.
Un recorrido que no da tregua
El Tour de Francia, que comienza el 29 de junio, obliga a empezar muy entonado. Si históricamente, siempre se ha dicho que hay que evitar perder el Tour en la primera semana; en esta edición, es una verdad como un templo. Añadiría que es muy probable que las diferencias obtenidas en etapas con cotas tan significativas como el Galibier, nada más comenzar, puedan ser determinantes en el devenir de lo que esté por llegar.
Vistos los antecedentes, cabe preguntarse si la estrategia del Movistar debiera concretarse en conseguir victorias de etapa.
Las dudas en torno a su verdadero y actual potencial, el nivel exhibido por quienes partirán de Florencia como máximos favoritos, y un recorrido poco favorable para el mallorquín, obligan a preguntarse si a una escuadra como el Movistar le podría resultar más interesante dedicarse a conseguir victorias parciales de etapa, antes que perseguir un quimérico puesto en la general.
Una victoria de etapa en el Tour bien merece algún sacrificio. A Enric le vendría fenomenal para una trayectoria escasa de triunfos individuales. Y al Movistar, todo lo que sea sumar puntos, le favorece.
Cuesta reconocerlo, pero salvo sorpresa, pintan bastos para este Movistar y Enric Mas a tenor de los resultados que preceden a la carrera más importante del año. Seguro que en estos días previos, las cabezas pensantes y el propio interesado trabajan a fondo para acertar la estrategia.
Foto portada: quegrandeserciclista.com
