Entretanto se daba a conocer que el Tour de Francia comenzará en Barcelona en el 2026, arrancaba una nueva edición de O Gran Camiño. Por primera vez, la vuelta gallega comenzaba en Portugal. Sin embargo, las caras no eran del todo sonrientes.
La ausencia del Team Visma hacía aflorar a la superficie un secreto a voces: el actual sistema de puntos beneficia a las clásicas en detrimento de las vueltas de una semana.
El directo de la carrera expresó con rotundidad la dificultad que tienen los organizadores con el actual sistema de puntos UCI
En las ediciones anteriores, la presencia de Valverde y Vinegaard camufló la realidad que sufren las carreras de escasa implantación, como es el caso de O Gran Camiño, que con la de este año sumara su cuarta edición.
España es un país de vueltas. No existe tradición de clásicas, cuyo peso e historia es algo que tienen reservadas naciones como Bélgica, Italia, Francia o Países Bajos.
La preponderancia actual de las clásicas es una evidencia. La televisión apostó por ellas hace años, encontrando la perfecta conjugación de espectáculo y negocio.
La UCI ejerció de aliada interesada. Nada que objetar. Las clásicas merecen toda la relevancia que actualmente tiene, Durante décadas quedaban muy lejos. Fueron los años dorados de las vueltas de una semana regionales.
Muchos profesionales de aquellos tiempos nunca se plantearon planificar en su temporada incluir a las clásicas de primavera. Sus objetivos centrales eran Giro, Vuelta y el Tour, y las carreras de una semana eran su preparación para las tres grandes vueltas, los ejes capitales de la temporada.
El director de O Gran Camiño estalla.
El director de O Gran Camiño, Ezequiel Mosquera, declaraba con rotundidad que el ciclismo español se está desangrando. Es la lógica reclamación de un emprendedor que está sufriendo la adversidad que le supone un sistema que le perjudica en beneficio de las carreras de un día, como son las clásicas.
El hecho de que ningún corredor de primera línea se haya inscrito en la cuarta edición de la vuelta gallega, repercute negativamente en la imagen y prestigio de la organización.
La ausencia de grandes nombres puede favorecer a equipos como el Illes Balears Arabay Cycling
Un calendario saturado y excesivamente condensado, además del sistema de puntos UCI, le obliga a reestructurar o cambiar el diseño de la carrera para hacerla atractiva a los grandes nombres y equipos del pelotón.
No es fácil la tarea. Las estrategias de los equipos también cuentan, y por muchos cambios que se puedan plantear o idear, hay factores completamente arbitrarios que pueden dar al traste las mejores intenciones de mejora o búsqueda de alternativas.
La vida se suele repetir. Cuando atas un cabo es muy probable que se suelte otro. O Gran Camiño es una prueba de difícil encaje en el calendario y sistema actual, sin embargo, no hay obstáculo imposible para quien tiene claro su objetivo.
En provecho de la situación de esta edición, podemos presumir que equipos como el Illes Balears Arabay Cycling sabrán aprovechar la oportunidad, aspirando a dejarse ver en la foto final del Compostela y en los momentos claves de las cinco preciosas etapas del O Gran Camiño 2025.
Vídeo de Ezequiel Mosquera, director de O Gran Camiño, para el diario Marca.