Hacía tiempo que no se generaba tanta expectación alrededor del combinado nacional. Precisaría, que desde el triunfante 2018 y la victoria poética de Alejandro Valverde en Insbruck, la selección española, ahora comandada por Pascual Momparler, no disfrutaba de un plantel tan glamuroso.
Entrando en materia, encontramos en la lista nombres de la talla de Enric Mas, Álex Aramburu (Movistar), Juan Ayuso (UAE), Mikel Landa (Soudal Quick-Step), Pello Bilbao (Bahrain Victorious), Carlos Rodríguez (INEOS) y Roger Adriá (Red Bull-Bora-Hansgrohe), y uno de los grandes protagonistas de la última Vuelta a España, Pablo Castrillo (Kern Pharma).
El de Zurich es un recorrido más favorables para las habituales características del ciclismo español.
A favor del seleccionador, habitual seguidor de este blog, hay que completar a lo referido que el recorrido de este año le es favorable a las tradicionales características de los corredores españoles. No es el circuito clasicómano de Glasgow de la temporada pasada, ni tampoco se le parece a los recientes de la región de Flandes o Wollongong, donde se impusieron especialistas en las clásicas primaverales como Alaphilippe, Evenepoel y Van der Poel.
Enric Mas, ilusionado
La baza española de citas anteriores, el rodador Ivan Garcia Cortina, no figura entre el combinado seleccionado para la carrera en línea. Una ausencia que es toda una manifestación acerca de la escalada monumental que presenciaremos el próximo domingo 29 de septiembre a partir de las 10:30.
Los mejores ciclistas españoles del momento defenderán al ciclismo nacional en el intento de frenar las ambiciones desmedidas de los Pogacar, Roglic y Evenepoel, por citar los más relevantes.
El llamado “Super 8” de la selección española estará liderado por Enric Mas.
Enric Mas parte como el hombre referencial. En las declaraciones que realizó en la Plaza Cibeles, después de cerrar el capítulo de la ronda española, manifestó tener mucha ilusión en este campeonato. Algo insólito por lo poco habitual que es en el mallorquín hablar con tanta claridad cuando se expresa acerca de retos que no son el Tour de Francia o La Vuelta. Habitualmente, no se le visto competir en campeonatos nacionales ni tampoco en carreras de una semana, salvo en alguna contada excepción.
La compañía de un Landa muy mejorado, de su compañero de filas Aramburu, del batallador Pello Bilbao, de las jóvenes estrellas Ayuso y Carlos Rodríguez, y de una despampanante Pablo Castrillo, invitan a soñar con ver a los españoles en los puestos cabeceros de la carrera que te eleva a campeón de mundo. Así sea.