Si el Mallorca no vence a un Barcelona con tantas bajas, ya no lo hará en los próximos diez años. Es una oportunidad única para el equipo de Luis García Plaza. Recuerdo en nuestra época que si a los catalanes o al Real Madrid le faltaban dos o tres jugadores titulares, podían perder contra cualquier rival de Primera. Ahora con 17 bajas para Xavi Hernández, tampoco debería ser excusa para no tratar de tumbarles.
Entiendo que el nuevo entrenador blaugrana haya hablado de la suspensión del partido porque, si su objetivo es recuperar terreno en la clasificación sumando de tres en tres, este partido lo tienen casi partido. Por otro lado son una incógnita los casos positivos por covid en el Mallorca. Se habla de cuatro contagiados e incluso con la posibilidad de recuperar algunos después de dar negativo y tras superar las cuarentenas respectivas.
Debilitado
En Son Moix se verá a un Barça debilitado a pesar de que tendrá las cinco fichas del primer equipo disponibles sobre el campo en todo momento. Exceptuando la portería, con Ter Stegen y Neto; además de la defensa, con Araújo, Piqué, Eric, Mingueza y Umtiti; el resto de líneas están despobladas. En el centro del campo solamente cuenta con Frenkie de Jong y Riqui Puig de la primera plantilla y Luuk de Jong como único atacante. Es por ello que Xavi deberá tirar de canteranos, algunos ya habituales y otros para rellenar la lista.
Cualquier jugador del Mallorca desearía que no se suspenda el partido porque supone una inmejorable ocasión para sumar, como fueron en el Metropolitano, tres importantísimos puntos con los cuales no se contaba a priori cuando salió el calendario y poder así recuperar aquellos puntos perdidos contra rivales directos. Acabar la primera vuelta con 23 puntos supondría otro paso de gigante para alejarse del precipicio del descenso porque, esta jornada, no van a ganar todos los rivales que tienen los rojillos por detrás en la clasificación.
En nuestra época, si al Barça le faltaban dos o tres titulares, podían perder contra cualquiera. Ahora tiene 17 bajas.
Valentía
El Barça no renunciará a la identidad que le ha otorgado Xavi a su llegada a pesar de las bajas. Incluso con jugadores de La Masia, que todos juegan con un mismo estilo, apostará por su 1-4-3-3 y jugando con la pelota con presión tras pérdida para recuperar la posesión y, a través de ella, tratar de generar ocasiones, buscando la portería rival, sin echarse atrás. Por otro lado, García Plaza debería usar una estrategia combinada seleccionando bien los momentos en que el equipo salga a presionar la salida de balón del rival para robar en campo contrario, usando las dudas que puedan tener las piezas menos habituales del Barcelona para salir jugando desde atrás, podrá intentar asediar la portería rival.
Cuando no pueda hacerlo, porque tu contrincante supera su línea de presión, el Mallorca tendrá que armarse con solidez atrás. Es cierto que sin Abde ni Dembélé en bandas, los laterales tendrán un respiro a nivel de ayudas y coberturas. Al final hay que ser valientes. No se puede salir con miedo porque este Barça no es el de antes cuando veías a los Messi, Suárez, Neymar, Xavi, Iniesta o Busquets en su mejor momento. Si uno no sale convencido en sus posibilidades de doblegar a un rival de esta entidad, pero debilitado, ya estás perdiendo cero a uno.