Seguridad ciclista

En el El Rutómetro del día a día, que el lector puede encontrar en mi perfil en las redes sociales como Instagram, Facebook y Twitter, hace unas semanas estrené una sección que he llamado Ciudades ciclistas. La última protagonista me viene como anillo al dedo para empezar este artículo. Rotterdam, es conocida como la urbe de las mil caras. Es un museo al aire libre gracias a sus múltiples edificios singulares y contemporáneos ― fue arrasada en la II GM ― y se la considera moderna y futurista por la plena conciliación de la bicicleta en la vida cotidiana de sus habitantes.

Desde semáforos, carriles bici amplios, que permiten tanto la circulación en paralelo como el adelantamiento de otros ciclistas, cintas correderas habilitadas para el transporte de las bicicletas en las estaciones de metro, amplios y específicos párkings en céntricos lugares de la ciudad, son algunos de los ejemplos que fomentan el ciclismo urbano y la seguridad de quienes se benefician de este medio de transporte.

Seguridad y movilidad sostenible son las ideas fuerza de una tendencia que llega para quedarse en el ciclismo.

Sostenibilidad

He de suponer que la nueva legislación se ha redactado teniendo en cuenta estos datos, así como el crecimiento exponencial que se prevé de ciclistas en los próximos años. Desde la pandemia, la fabricación y venta de bicicletas eléctricas se han convertido en las auténticas impulsoras del sector. Sin lugar a duda, estamos hablando del transporte del futuro.

Cada año, la industria de las eBike eleva su crecimiento, que ha alcanzado una facturación de más de 15 millones de euros, con perspectivas de que las 3,4 millones de unidades del 2019 crezcan hasta los 13,5 millones en el 2030. Las políticas verdes encuentran en este transporte centenario una alternativa neutra en carbono y asequible para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que entre todos nos hemos marcado.

Esta realidad social y medio ambiental precisa congeniar con el transporte automovilístico y la seguridad es la brújula de este atlas de nueva movilidad en la que Europa quiere asentarse. “El ciclismo es una de las soluciones clave para reducir las emisiones de la movilidad”, afirmó no hace mucho el vicepresidente ejecutivo de las Comisión Europea, Frans Timmermans.

 

Pelotón de ciclistas circula de Loarre a Huesca (Radio Huesca).

Protección

Esta semana hemos conocido un extracto de la nueva Ley de Tráfico que tiene previsto aprobarse en los próximos días en el Congreso de los Diputados. El espíritu del legislador es preservar y aumentar la seguridad del ciclista. En el último año han fallecido 910 personas en un siniestro vial, de las cuales, 30 eran ciclistas.

Desgraciada cifra que supone el mejor registro de todos los habidos en los últimos diez años. En el 2020 y 2019 se alcanzó la terrible estadística de 71 y 80 ciclistas fallecidos en la carretera, respectivamente. Era necesaria una protección al protagonista más vulnerable de esta peligrosa convivencia.

Adelantamiento

Por lo tanto, amigo conductor, es importante que conozca que, muy pronto, para adelantar a un ciclista por carretera no bastarán los 1,5 metros, sino que, de existir carril contrario, deberá ocuparse totalmente para ayudar a reducir el efecto succión que puede desequilibrar al ciclista. De ocupar parcialmente el carril contiguo, salvo cuando este no exista, o de no respetar los 1,5 metros, supondrá una multa de 200 euros y seis puntos de sanción.

Otra norma es que se mantiene la “prohibición de adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas que circulen por el carril contiguo, incluso si estos circulan por el arcén”. Para terminar esta secuencia normativa, una anécdota, gracias a Eduardo Chozas y Perico Delgado, pioneros en la defensa de los ciclistas en carreteras, sigue en vigor que los ciclistas puedan circular en paralelo en nuestro país, siempre y cuando la carretera los aconseje.

Habrá que acostumbrarse a aceptar que las bicicletas circulen por la ciudad por el carril central en las vías urbanas. El trasfondo de esta medida se encuentra en el peligro que supone para el ciclista, circular orillado a la derecha del carril, exponiéndose a los puntos ciegos, a aquellos conductores que abren su puerta sin mirar, después de aparcar el vehículo, a los coches aparcados en doble fila, y/o a las múltiples irregularidades del firme, es decir, rejillas, alcantarillas…

Precaución

Seguridad y movilidad sostenible son las ideas fuerza de una tendencia que llega para quedarse. Aunque el viento no es amigo del ciclista, soplan favorables en materia normativa para quienes practican ciclismo o se mueven en bicicleta por su ciudad. Pero no hay que omitir que la convivencia es algo mutuo, vehículo y bicicleta, conductor y ciclista.

Muchas veces el enemigo no es aquella norma o situación, sino uno mismo. Es el conductor distraído con su móvil, el que se pone al volante en condiciones susceptibles de presunto delito, o el ciclista que se salta cualquier norma de tráfico, amparado en el anonimato de su indumentaria o por la razón más variopinta, son un peligro público que merece ser sancionado.

La seguridad es cosa de todos. Cuando las Navidades están a la vuelta de la esquina y es tiempo propicio de ver en el prójimo a alguien a quién corresponder con amabilidad, empecemos, unos y otros, a practicar, que, por cierto, sigue siendo gratis. No se olvide el conductor que aquel ciclista puede ser un amigo o un familiar, y quién es ciclista, que, al llegar a casa, tarde o temprano se pondrá al volante. No todos son ciclistas, ni tienen por qué, pero sí que todos somos conductores en algún momento. Adelante y circulando con seguridad.

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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