Miquel Pons se proclamó el pasado domingo campeón del Gran Premi de Catalunya. El campaneter de 23 años lograba así su primera victoria en el Mundial de MotoE y se sitúa cuarto en la clasificación con 36 puntos, dieciocho menos que el líder Alessandro Zaccone. El piloto debutante del LCR E-Team fue quinto en el Gran Premio de España y sufrió una caída en Le Mans.
Tomeu Terrasa: ¿Cómo es el día después de ganar un Gran Premio?
Miquel Pons: No tengo palabras, estoy muy contento. Mucha gente me ha felicitado. Desde los que siempre han estado a mi lado como otros que hacía tiempo que no tenía contacto. Ahora toca pensar en lo que ha pasado y empezar a trabajar en la siguiente carrera.
¿Ha sido fácil digerirlo?
En el momento no te lo crees pero, a medida que pasa el tiempo, lo vas asimilando. Esperamos poder tener más victorias.
La estructura de MotoE era muy buena porque la compartes con MotoGP y puede ser más sencillo dar el salto.
¿Supone una recompensa a tantos sacrificios desde pequeño?
La verdad es que, a pesar de mi edad, empecé a los seis años. Cuando estuve en el podio se me removió todo tras tantos años de esfuerzos de mi familia, entrenadores y mi equipo. Fue muy emocionante.
¿Qué diferencias entre una moto eléctrica y otra de gasolina?
Principalmente es más pesada, pesa cien kilos de los 260 de la moto y tiene poca autonomía porque coge grandes velocidades. La batería dura entre ocho y diez vueltas. Se regulan las carreras para poder ir al cien por cien.
¿Cuál le gusta más manejar?
Se conducen de forma distinta. Tienes que crear otro estilo y adaptarte a ella. La velocidad máxima en Montmeló fue de 260 kilómetros por hora. Se puede coger más pero restaría autonomía.
¿Sigue pensando en volver a las motos de gasolina?
Tenemos en mente es estar delante carrera a carrera y pensando en dar el salto a Moto2. Ya tuve mi oportunidad en Portugal. Aproveché ese fin de semana para aprender y espero tener otra para dar que hablar.
¿Cuál es su objetivo esta temporada?
A pesar de hacer un cero en Le Mans tenemos opciones, sabemos que estamos delante y lucharemos por el campeonato.
¿Cómo es su día a día?
Sigo viviendo en Campanet. Entreno con Marc Horrach, mi preparado físico junto a Augusto Fernández, y hacemos un gran trabajo que me permite sentirme cómodo sobre la moto.
La velocidad máxima en Montmeló fue de 260 kilómetros por hora. Se puede coger más pero restaría autonomía.
¿Ve futuro a la movilidad eléctrica de forma generalizada?
Seguramente será el futuro. La gasolina llegará a desaparecer por el tema de gastos y contaminación.
¿Por qué apostó por las MotosE?
Tenía otras opciones pero la estructura de MotoE era muy buena porque compartes el Mundial con MotoGP y puede ser más sencillo dar el salto.
¿Cómo es la relación con el resto de pilotos mallorquines?
Estamos en contacto todos. Más con Augusuto Fernández porque entrenamos juntos. Con Izan Guevara siempre hablamos en los circuitos. Con Joan Mir coincidimos menos porque vive en Andorra. Hay muy buen rollo entre nosotros.
