El Mallorca de estos últimos partidos se ha morenizado. Lógico después de tres años con una forma de jugar, control del balón, posesiones largas y falta de intensidad defensiva en las cuales algunos jugadores se sienten más cómodos. Pero no son conscientes que este no es el camino que les ha llevado a ser líderes de la Segunda División. Por otra parte Luis García ha dejado en manos de los jugadores el plan de partido. Quizás al ver que hay jugadores con alguna genialidad que les permitía conseguir los tres puntos.
El Mallorca tiene que volver a la senda que le ha llevado donde está por méritos propios y olvidar etapas anteriores.
Exigencia
Craso error pienso yo. El míster es quien plantea la manera de jugar siempre y no los jugadores. Hay que tener en cuenta su opinión pero sin perder de vista lo que realmente tú crees que es lo mejor para tu equipo. Cuando el entrenador ha exigido intensidad defensiva, transiciones rápidas, menos control del balón pero sí del juego o no dejar que los rivales se cierren poniéndose siempre por delante en el marcador, el equipo ha salido victorioso.
Otra guerra
Luis García tendrá que hacer ver a sus jugadores que deben volver a esa forma de jugar si realmente quiere conseguir el ascenso. La derrota en El Molinón, para mí, forma parte del camino de regreso a Primera y supone un aprendizaje sobre todo en este tramo final de liga donde realmente te estás jugando todo el trabajo del año. Creo que sería lamentable no ser consciente de ello. Este equipo tiene entrenador y materia prima para alcanzar el objetivo del ascenso. Sólo tiene que volver a la senda que le ha llevado donde está por méritos propios y olvidarse de etapas anteriores. Esta es otra guerra y hay que ganarla por otros caminos.