Antonio Vadillo atendió a TTdeporte en esRadio el día después del fallecimiento de Miquel Jaume. El testimonio del entrenador del Palma Futsal, conocedor del delicado estado tras la operación de su presidente, narra la dificultad de tratar de evitar contagiar a sus jugadores ante la incertidumbre que llegaba desde el hospital. Vadillo recuerda como era en las distancias cortas Miquel Jaume y espera rendirle el mejor homenaje siguiendo su ejemplo de vida en el club por el cual se entregó en cuerpo y alma.
Tomeu Terrasa: ¿Cómo se lleva el día después de una noticia así?
Antonio Vadillo: Mal porque es un trago duro e inesperado. Tratamos de asumirlo en la medida de lo posible y hoy hemos vuelto a los entrenamientos con el convencimiento que él hubiese querido que jugáramos el sábado. En un principio se nos pasó por la cabeza suspender el partido pero, así como era él, no hubiese querido. La familia también así lo ha querido.
Nunca entró en el vestuario. Alguna vez venía a darnos confianza en la pista y le bastaba con un minuto y medio.
¿Cómo ha sido reencontrarse con los jugadores?
Jodido. Al final uno tiene un nudo en la garganta y han sido horas largas. Ayer cuando iba hacia el entreno ya estaba en contacto con José Tirado que estaba desde la noche anterior en el hospital y la cosa ya se había complicado un poco. Ponerte delante de los jugadores a nivel motivacional y preparar el partido no es fácil y hoy más de lo mismo. Ha sido un momento difícil condicionado por la situación emocional que estamos viviendo.
¿Le llamó Tirado para comunicárselo?
Sí, justo había acabado el entrenamiento. Desde la noche anterior habíamos estado en contacto y, por la mañana temprano, volvimos a hablar. El tema se había complicado y fui al entreno con dudas. Al terminar me dio la noticia y me sentí fastidiado por todo lo que significaba. Yo ya estuve con él en 1999 y existió una complicidad que permitió que lleve diez temporadas consecutivas aquí.
¿Cuánto les ha marcado su figura?
Nos deja un legado de lucha. Era nuestro líder de una forma silenciosa y desde la simplicidad buscando la solución. Siempre nos decía que ante los problemas no debíamos agachar la cabeza. Con eso nos quedamos. Transmitía una seguridad que nos hacía sentir más fuertes. Ante todas las adversidades siempre daba en la tecla y eso te gana. Era una persona que inspiraba y eso nos ha reconfortado como entidad.
No se resignaba ni en lo malo.
Siempre se habló de la necesidad de ganar un título y él siempre decía que el club estaba creciendo cada día a todos los niveles. Que un empresario y presidente diga esto te reconforta. Estoy seguro que desde el cielo espera una alegría. Gente así te da confianza. Tenía mucha autoridad sin necesidad de alzar la voz ni un mal gesto.
Ayer cuando iba hacia el entreno ya estaba en contacto con José Tirado y la cosa ya se había complicado un poco.
¿Cómo era de puertas adentro?
Nunca entró en el vestuario. Daba tres o cuatro charlas al año pero siempre en la sala de prensa. Alguna vez venía a darnos confianza en la pista y le bastaba con un minuto y medio. Curiosamente el equipo sabía reaccionar. Sabía liderar y no es casualidad que a nivel empresarial y deportivo le haya ido bien.
¿Y ahora qué?
Vamos a tragar saliva porque todavía quedan momentos duros. Pasarán las semanas para darnos cuenta de lo que ha pasado. Nos uniremos para ser más fuertes y seguir en la dirección que él nos pedía. No nos pedía resultados sino dar el máximo de nosotros.