Corren tiempos de bonanza en el RCD Mallorca. Hacía mucho tiempo que no encontrábamos nada ni a nadie que distorsione un momento idílico como este. En anteriores campañas, incluso con una excelente marcha del equipo, aparecían situaciones que eclipsaban el trabajo del entrenador y sus futbolistas. En ocasiones hemos visto como, durante largos periodos de tiempo, apenas se hablaba de lo que pasaba sobre el campo. Todo el protagonismo era para propietarios y dirigentes con duros enfrentamientos entre la entidad, medios e incluso las diferentes familias mallorquinistas.
Todo apunta a que seguirán teniendo que ver los partidos por televisión durante todo el campeonato.
Nuevo orden
Al menos en el arranque de esta temporada el nuevo orden nada tiene que ver con el reciente pasado gracias a un equipo que ha presentado sus credenciales para estar entre los seis primeros. Sin una sola crítica sobre la estrategia de fichajes y con un entorno donde solamente se habla de fútbol y en clave positiva. Hoy nadie habla de nombres que en los últimos años han sido claves en la historia reciente del club como son los casos de Molando, Moreno o Recio. Si alguien lo hace suele ser para poner pegas a sus formas y métodos a pesar de su exitoso currículum con dos ascensos consecutivos. Algo al alcance de muy pocos.
Apartados
Fueron tiempos de muchos estrés pero que el aficionado pudo vivir accediendo al estadio y respirando auténtico ambiente futbolero. Nada que ver con la situación actual. Son muchos los que se quejan de no poder disfrutar con normalidad este momento dulce. Incluso parece devaluarse el gran trabajo que se ha hecho en los despachos durante el mercado de fichajes ahora con la marcha del equipo. Una pena pero todo apunta a que seguirán teniendo que ver los partidos por televisión durante todo el campeonato sin poder compartir emociones en Son Moix ni en las peñas. Algo poco atractivo para el buen aficionado en una temporada donde pinta que se vivirán grandes momentos.
Silenciados
Pero no solamente hay un perjudicado en este toque de queda del fútbol profesional. El propio club, así como también los medios de comunicación, somos grandes damnificados. Desde al llegada de la covid se acabaron los eventos publicitarios con los patrocinadores produciéndose un cambio de comportamiento con la prensa. Nada ayuda a que el club pueda acercarse a la gente y viceversa en unos momentos donde a todos nos gustaría vivir en primera persona, yo el primero, pero la salud de todos es lo más importante en esta crisis.