Los mercados de fichajes son como una droga. Además una que cuanto más se consume, más quieres. Esto nos pasa a todos los que nos gusta el fútbol. Es irremediable. Pero hay que controlar nuestros impulsos. El Mallorca tiene una base de jugadores muy buena para la categoría y las cuentas en orden, no lo estropeemos. Obviamente faltan jugadores, sobre todo en banda, como ha dicho Luis García Plaza en varias ocasiones. Pero el equipo no está cojo, ni técnicamente, ni físicamente. Pero sí que cojea mentalmente.
El Mallorca no está cojo, ni técnicamente, ni físicamente. Pero sí que cojea mentalmente.
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La prioridad del cuerpo técnico es intentar centrar a los jugadores que tienen ofertas de fuera, como es el caso de Ante Budimir. Por ahora se ve que no lo ha conseguido. Y la de Ortells es cerrar la puerta o dejar salir a estos jugadores sin que eso dinamite el grupo. Ardua tarea. Por otro lado, algunos pueden pensar que el Espanyol está igual que el Mallorca y ganó en la primera jornada. Cierto, ganó, pero la temporada es muy larga y si no asciende este año tendrá un grave problema ya que supera su tope salarial en siete millones de euros, a pesar de ser quien más alto lo tiene. En cambio, en Mallorca están tranquilos porque tienen el tope salarial cumplido y una plantilla competitiva de inicio (independientemente de la derrota contra el Rayo).
Sin margen
Exceptuando, como no, el lateral izquierdo, posición maldita desde la salida de Pervis Estupiñán. Veremos si Oliván tiene más suerte que sus antecesores. Quedan tres semanas de mercado. Habrá salidas, algunas dolorosas para el mallorquinismo, y habrá entradas. Solo que con la diferencia de que no habrá margen de error. Y si no lo hay, con el lateral zurdo cubierto, con Oliván, Ivi y posiblemente Cufré, ya podemos mirar hacia delante. Las bandas serían para Lago y Salibur (que no me creo que sea tan malo si en 2017 sonó para el Sevilla) o si llega Murilo de Souza ya tendremos tres extremos. Fin del drama. Pero lo que no podemos hacer es esperar quince fichajes cuando lo que necesitamos ya lo tenemos en casa. Eso sí, lo que se traiga, esta vez sí que tiene que ser útil y no crear problemas. Tenemos lo necesario para triunfar, no lo estropeemos.
