El fútbol profesional se prepara para regresar a la competición con un alarde y despliegue de medios para protegerse del COVID-19. Por su parte, el fútbol amateur también ha recibido la orden de ponerse en marcha pero abandonado a su suerte ante la amenaza de la pandemia. Javier Tebas no ha escatimado un euro en minimizar el riesgo de contagio con un riguroso protocolo de seguridad mediante tandas de 1.800 test entre sus afiliados. La gente de LaLiga son ya hoy los humanos con menos peligro de infectarse en nuestro país. Luis Rubiales ha recomendado a los clubes de Segunda B y Tercera División qe deben jugar los PlayOff express que comiencen a entrenar pero si test ni, lo que es más llamativo y triste, aportar ninguna cantidad económica para sufragar el coste de la operación retorno.
Permitir que nuestros clubes se pongan en marcha poniendo sin ningún control me parece innecesario y absurdo.
Incertidumbre
Una vez más queda demostrado como trabaja LaLiga y como lo hace la RFEF. La seriedad, planificación y el saber utilizar los recursos económicos de los primeros ante la desorganización, la falta de previsión y la incapacidad de gestionar us millonario presupuesto de los otros cuando se debe saltar el guión de la subvención a las territoriales afines a su régimen. Sin ningún pudor Rubiales ha redactado un protocolo donde la propia institución apunta que se trata de una ayuda a los clubes y a los futbolistas para evitar riesgos y favorecer el estado de forma de los mismos. Pero sobre medidas urgentes para este PlayOff no dice nada. Veremos cuando y donde se celebra esta fase de ascenso a Segunda si es que se llega a disputar. Los clubes que están bajo el paraguas de la federación no salen de su estado de confusión con futbolistas incluidos en un ERTE que no entrenann, como los del ATB, además de otros que sí ya trabajam como los de la UD Ibiza. El escenario es de caos y descontrol.
Trasnochados
Algo muy diferente sucede con los 42 equipos profesionales que trabajan bajo la mirada de LaLiga y las autoridades sanitarias demostrando las capacidades de una gran empresa como es el fútbol profesional. Debería de seguir de ejemplo para otras patronales el trabajo de los profesionles del equipo que encabeza Tebas para que su negocio vuelva a generar riqueza y recuperar así los puestos de trabajo que la crisis del coronavirus se ha llevado por delante. La RFEF necesita una reconversión y un cambio urgente en todas sus estructuras. Debe modernizarse con ejecutivos independientes y preparados. La era del federativo de toda la vida ha pasado de moda. Los tiempos han cambiado pero ellos no quiere reconocerlo y siguen anclados en el pasado. Permitir que sus clubes de Segunda B y Tercera se pongan en marcha sin el más mínimo control y poniendo en peligro la salud de nuestros futbolistas balearicos, de la UD, la entrañable Peña Deportiva, mi Poblense, el otro Ibiza, el filial del Mallorca o el Felanitx me parece innecesario y absurdo en una temporada en la cual deberían buscarse soluciones fáciles y con mucho sentido comúb.
