El triste partido del pasado sábado ante el Valladolid no ha sido más que la traca final de un mes de enero para olvidar. También nos recuerda que la situación deportiva a la que ha llegado el Mallorca tiene responsables y hay que buscarlos. Llevamos semanas hablando del mercado de invierno y de la necesidad imperiosa de acertar con los fichajes. Lo realmente imprescindible es echar la vista atrás y poner el foco en la gestión de los fichajes en verano. El calificativo de esta es de calamitosa.
La situación no solamente es consecuencia del mercado invernal, sino también por la falta de previsión al final de la pasada temporada.
Malgastar
El mantra que se ha ido repitiendo, que mucha gente creyó, es que el límite salarial es el más bajo de la categoría y que la pasada temporada finalizó el 23 de junio y no hubo tiempo material para fichar mejor. Ambas premisas son ciertas pero, cuando se tiene poco dinero, hay que hilar fino en los gastos y se ha invertido mal visto el resultado y rendimiento de casi la totalidad de los fichajes. Por poco que hayan costado están saliendo carísimos y la lista es muy larga.
Sin excusas
Lo que no es creíble de ninguna de las maneras es la excusa de que no hubo tiempo para fichar. El Mallorca no se clasificó a última hora para el PlayOff y, además, desde la jornada 33 el equipo estuvo de forma ininterrumpida entre los seis primeros de la tabla. La promoción no fue una sorpresa. Es elemental que uno contemple la posibilidad de ascender. En caso ontrario el error es gravísimo y evidencia falta de profesionalidad. Se debería haber planteado la posibilidad de tener un segundo plan de fichajes en caso de tener que militar en Primera.
Falta de criterio
Así pues la situación que está viviendo el equipo no es solamente causada por el mercado invernal sino también consecuencia de una falta de previsión al final de la pasada temporada y de una confección pésima de la plantilla en altas y renovaciones. No quiero terminar sin mencionar la incoherencia de la propiedad cuando repitió la importancia de llegar a Primera para generar muchos recursos. Ahora que están allí no dan importancia a la frase tan repetida de que el mayor patrimonio de cualquier club es la máxima categoría.