Los parones de competición liguera por los partidos de las selecciones nos permiten poner el foco en otras noticias. Personalmente me avergüenza y cabrea la decisión de llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí. Es un hecho consumado que el fútbol se ha mercantilizado y ello nos trae muchas ventajas. Pero todo tiene un límite y ahí es donde entra el respeto a las personas. Jamás será una decisión adecuada exportar nuestro fútbol a un país que no respeta los derechos humanos, las mujeres son tratadas como muñecas de trapo, exsiten colectivos masacrados como el LGTBI y se aplica la pena de muerte mediante ejecuciones públicas.
Jamás será una decisión adecuada exportar nuestro fútbol a un país que no respeta los derechos humanos.
Retratados
Estas medidas hacen replantearte si vale la pena seguir formando parte de este colectivo llamado fútbol. Esta circunstancia ha dejado a muchos actores bien retratados. Algunos por acción y muchos otros por omisión. El principal es Luis Rubiales al exponer una serie de argumentos para justificar este sinsentido que no se los cree ni él. Defender que llevar a cuatro de nustros equipos a Arabia Saudí hará que el país avance es exceso de inocencia o puro cinismo. Los clubes también quedan en evidencia. El presidente Cerezo del Atlético de Madrid djo que le parece magnífica la idea. Curiosamente el Barcelona, tan celoso con temas como la libertad de expresión o el derecho a decidir, en esta ocasión no se ha pronunciado y poco derecho a decidir tienen las mujeres saudíes.
Dignidad
Los futbolistas también son un colectivo especial y han mirado hacia otro lado. En especial Sergio Ramos al tratar de salir como pudo en una rueda de prensa apelando a que el fútbol podría ayudar a que el país se abra. Tampoco los entrenadores participantes están ni se les espera metiéndose en jardines. Queda muy lejos cuando, en los años noventa, el técnico valencianista Guus Hiddink hizo quitar una pancarta en Mestalla que incitaba al odio. El holandés se cerró en banda a iniciar el partido hasta que no se retirara de la grada. Hay que apuntar también a los grandes gurús de la comunicación deportiva en este país, grandes defensores de la libertad de expresión y que siguen de manos cruzadas.
Boicot
Eso sí, Radio Televisión Española no ha querido pujar por los derechos televisivos de la competición y parece que Mediaset y Atresmedia tampoco lo harán. Diría mucho en favor de estos grupos de comunicación que boicoteen. Por suerte queda dignidad como la de la futbolista Vero Boquete hablando alto y claro sobre este hecho de celebrar la Supercopa en Arabia Saudí. Contrasta con sus compañeras del fútbol femenino nacional las cuales, seguramente, no han tenido la oportunidad de proncunciarse. Todo esto da mucha pena porque evidencia que se les ha puesto precio a los valores y, honestamente, es una auténtica vergüenza.
Portada: Rubiales en la presentación estrechando la mano al príncipe saudí Abdulaziz Bin Turki Alfaisal,