Fuertes en casa
Dos penaltis y una genialidad de Kubo fueron suficientes para tumbar al Villarreal (3-1). El japonés provocó el primero que transformó Lago y Rodríguez hizo lo propio también desde los once metros para dejar abofetear a los groguets demostrando la solvencia rojilla en Son Moix. Cazorla, de penalti, acortó diferencias tras el descanso pero, inmediatamente, un golazo del nipón abortó cualquier reacción para dejar tocado y hundido al submarino amarillo.