Tal vez somos algo reiterativos pero hay que serlo. El momento que vive el Mallorca requiere empezar a sacar la calculadora para hacer balance, saber dónde estamos y averiguar cómo hemos llega. Con trece futbolistas no puede jugarse una temporada entera en Primera. Este es uno de los consensos unánimes entre el mallorquinismo. Partiendo de esta premisa podemos argumentar que en el club se fía todo al mercado de invierno. Si se llega a diciembre con unas condiciones positivas en la clasificación habrá opciones para salvarse.
Vicente Moreno debe cambiar algo fuera de casa: tocar el sistema y/o recuperar suplentes para la causa.
Veinte puntos
Mis previsiones apuntan que los rojillos deberían alcanzar los veinte puntos al final de la primera vuelta. Ello te mantiene casi seguro fuera del descenso y tienen la fuerza moral de verte con la mitad del trabajo hecho para permanecer en Primera. Con esto, los números son claros, hay que sumar en estos nueve partidos otros diez puntos. La gran pregunta es dónde se sacarán estos puntos porque solamente se está puntuando como locales en Son Moix. Los partidos ante Osasuna y Betis parecen los más asequibles y el quebradero de cabeza llega en las cinco salidas restantes.
Mercado
Es fundamental llegar a esa cifra con vitalidad suficiente y esperar que la dirección deportiva gestione bien la operación salida y llegada de refuerzos. En las últimas temporadas hay que recordar los aciertos en las llegadas de Aridai, Suárez o Budimir. Si se acierta en el mercado, pero lo puntos son inferiores a la veintena, la cuesta de enero se hará muy pronunciada. La mala imagen de juego en fútbol es un aspecto secundario, el problema es que resalta más cuando se refleja también en el marcador como vemos en la versión del Mallorca como visitante donde todavía no ha puntuado. Aquí empieza el dilema de Vicente Moreno. Habrá que cambiar algo fuera de casa: tocar el sistema y/o recuperar suplentes para la causa.
Portada: Moreno con semblante serio en el banquillo de Butarque (LaLiga).
