Hay un expresión muy nuestra que dice “qui oblida els seus origens, perd la seva identitat”. El Mallorca y sus futbolistas no deberían perder de vista que sus raíces no están en el pasado glorioso de la Champions ni la Copa de Elche. Sus señas de identidad empiezan en Segunda B, tras el bofetón del descenso y la remontada posterior.
Gámez tuvo paciencia y es realmente un ejemplo para los más jóvenes y no tan jóvenes.
Gámez
Espero que quienes deben acordarse de lo mal que lo pasamos, incluyo a los directivos, no se pierdan en el camino. Un ejemplo de ello es Fran Gámez. Vale la pena recordar su gran aprtido ante el Real Madrid. Parecía un niño con zapatos nuevos, feliz, tranquilo y natural. Explicó sin tapujos en la sala de prensa como afrontó el cambio de bandas en la primera parte y sus sensaciones. Es un tipo que vale la pena conocer su historia.
Ejemplo
El valenciano cuenta sus últimas tres temporadas en ascensos desde la Tercera valenciana con el Atlético Saguntino hasta la Primera División con el Mallorca. Gámez tuvo paciencia y es realmente un ejemplo para los más jóvenes y no tan jóvenes. Tenemos a muchos jugadores en el futbol de ca nsotra que pueden mirarse en su espejo. Un golpe de suerte en la vida te puede permitir que, si lo aprovechas, puedas llegar a enfrentarte a todo un Real Madrid.
Portada: Gámez trata de frenar al espanyolista Wu Lei en Son Moix (LaLiga).