En la previa del partido ante el Oviedo comentaba la necesidad de ganar o, como mal menor, esperar el regalo del pinchazo de los rivales directos que pelean por la sexta plaza. Acabada la jornada, el escenario es idílico para el Mallorca tras las derrotas de todos sus rivales tras cumplir ante los asturianos. Los tropiezos de Almería y Cádiz permiten a los de Vicente Moreno reengancharse al famoso balcón de a promoción.
Que sean los rivales que llevan toda la liga metidos arriba los que sufran el devastador castigo de los nervios.
En forma
Pero no hay que volver a soñar con imposibles sino ser realistas y, hoy por hoy, el grupo rojillo no es fiable como visitante siendo esta la asignatura pendiente. Al final de liga, si no ha conseguido algunos sobresalientes en la salidas que le resta, no sumará los 63 puntos imprescindibles. A favor de los mallorquinistas juega el hecho que hay equipos que dan síntomas de estar llegando al final de temporada espesos, con problemas físicos y agotamiento mental. Los más claros ejemplos son el Deportivo y el Albacete a los cuales la competición se les está haciendo eterna a muchos. Otros que han sabido dosificar y planificar el calendario pueden aparecer viniendo de media tabla como la UD Las Palmas. Los canarios llevaban ocho meses sin ganar un partido como visitantes y lo hicieron en Riazor y con Pepe Mel debutando en el banquillo.
Disfrutar del camino
Como dijo Moreno, “quizás no disfrutamos del camino que estamos haciendo”. El míster tiene toda la razon pero, como también él sabe, en el fútbol no hay memoria y se quiere más. Pero, lo que piensa el aficionado, poco tiene que ver con la realidad y las marcan cuestiones o situaciones desconocidas. También es cierto que, desde todos los estamentos del club, el mensaje conservandor no ha variado desde la pretemporada. Algo que, a los pro-PlayOff, no les gusta. En el entorno hay ganas de escuchar a Molango, Moreno y algún futbolista que hablen de la promoción. Sería lo peor que pueden hacer y para mí se cometería una temeridad de cara a la estabilidad. Nadie tiene por qué autopresionarse cuando, con esta estrategia de verlas venir, está funcionando. Para qué meterse ansiedad. Mejor que sean los rivales que llevan toda la liga metidos arriba los que sufran el devastador castigo de los nervios.
Portada: Los futbolistas agradecen el apoyo a su afición (LaLiga).
