La temporada de este RCD Mallorca es un querer y no poder. No por falta de ganas, ilusión o profesionalidad de sus futbolistas. Este hecho radica en una simple cuestión de falta de calidad. Por poner un ejemplo, que está en boca del aficionado, si el bueno de Aridai hubiese finalizado con éxito el uno contra uno ante el portero rival en Oviedo y Zaragoza, el equipo estaría rozando el ascenso directo a Primera División. Hasta Vicente Moreno lo dio a entender entre líneas en la rueda de prensa. Tras el empate en Zaragoza rompió amarras y no se mordió la lengua. Evitó dar nombres pero todos sabíamos a quien se refería el míster. El equipo está perdonando mucho y dejó caer hasta en cuatro ocasiones que “tenemos oportunidades para cerrar los partidos pero no ha sido posible”.
La meta es quedar lo mejor posicionados posible para sacar cuentas con LaLiga y preparar el asalto a Primera la próxima temporada.
Confianza de Moreno
Afortunadamente Lago Junior no solo ha recuperado el tono físico sino que está lúcido a la hora de ser resolutivo con el gol. Sus siete dianas estan camuflando el desacierto de sus compañeros atacantes a los que les está penalizando su falta de puntería en momentos clave de los encuentros. Ninguno de estos tres es capaz de ser regular y el baile de nombres en las alineaciones y convocatorias lo delata. Las defensas y porteros rivales, en su gran mayoría, son más expertos y de una calidad contrastada en la división de plata. Nada que ver con el nivel del Grupo III de Segunda B donde no es un requisito obligado. Moreno lo sabía y es por ello que, durante todo el verano y principio de liga no desaprovechaba ninguna ocasión para alertar de que la Liga123 nada tiene que ver con el fútbol amateur. El entrenador, a pesar de saber que podría tener problemas de medio campo hacia arriba, apostó por los que aportaron su granito de arena al ascenso con sus goles. Todo un gesto de confianza hacia ellos que, una temporada más, le demuestran honradez y trabajo pero no es suficiente para aspirar a metas superiores a las de mantener la categoría.
Apoyo incondicional
Tampoco ha jugado a favor de los clásicos de Moreno que los fichajes han sido incapaces de aportar, sumar y contribuir en hacarles competencia por los puestos de ataque. Abandonados a su suerte, lo dan todo pero se han quedado solos ante el peligro y expuestos a las críticas al ser los únicos que aparecen en escena. Nadie habla de los fallos o entregas al contrario de Carlos Castro, Valcarce o de un futbolista que llegó cedido del Getafe y del cual se sabe poco o nada. Hay que intentar, aunque a los aficionados les cueste, estar con los auténticos que pisaron la Segunda B, sus campos de plástico y se ducharon en contenedores por falta de vestuarios. Gracias a ellos hoy el club ha recuperado la dignidad y juega en estadios, televisan sus partidos para toda España y proyectan la isla. La meta para esta campaña es la de quedar lo mejor posicionado posible para sacar cuentas con LaLiga y preparar el asalto a Primera la próxima temporada.
Portada: Aridai desaprovecha su mano a mano con Christian Herrera (LaLiga).
