¿Qué pasa con Pablo Valcarce y Carlos Castro? Esta es la pregunta que nos hacemos todos. Pero, la respuesta, solamente la tiene Vicente Moreno y, además, esta es secreto de sumario. El entrenador ha perdido la confianza sobre dos de las llegadas de este verano para ser protagonistas. Ninguno de los dos entró en la última convocatoria. Un duro golpe en especial para el delantero asturiano que había disfrutado de la titularidad pero, patridos tras partido, ha perdido la confianza del entrenador hasta el punto de darle el fin de semana libre. Alarmante es el caso del soriano que lleva sin entrar en los últimos partidos. En las tres primeras jornadas apenas jugó.
Moreno ha demostrado que en la plantilla el DNI no es suficiente para jugar en el fútbol profesional.
Caso Álex López
Sorprendente situación por la que están pasando. Pero, conociendo a Moreno, algo mal están haciendo para recibir este castigo. El apoyo del CEO sobre el entrenador es absoluta en esta crisis. Como mínimo de puertas hacia afuera. Algo, pero, que no evita la preocupación de Molango por este mala racha que viven los futbolistas. Es una situación incómoda para el director deportivo. Javi Recio es quien debe navegar entre la propiedad, el míster y unos futbolistas a los que cuida con cariño. Además es el primero en el escalafón de la opinión pública como el hombre que ficha en el club. En estas primeras decisiones de Moreno de descartar a Valcarce y Castro, habría que añadir el nombre de Álex López. Es el único de los héroees del ascenso que tiene muy poco protagonismo en este arranque liguero. Ni su gol ante el Cádiz que dio los tres puntos en el 89, saliento desde el banquillo, ha servido para cambiar la opinión del técnico valenciano al sentarlo de nuevo en el banquillo si Abdón está para jugar.
Sin concesiones
Será interesante ver como se manejará el entrenador con el paso del calendario si se mantiene este escenario que podría enrarecer el buen ambiente que ha reinado en el vestuario desde su llegada. Moreno ha demostrado que en la plantilla no tiene amigos y que el DNI no es suficiente para jugar en fútbol profesional. Los intereses del club o el miedo del míster a tener un incendio en el vestuario con algunos gallos, no les hace cambiar el rumbo de sus decisiones. Moreno no cederá. Su profesionalidad y dotes de mando están más que contrastados. El de Massanassa no tiene miedo a nadie ni a nada.
Portada: Moreno sentado en el banquillo de Son Moix (LaLiga).
