Laureado en el olvido

El Mallorca pasó ronda en la Copa y es noticia. En las últimas temporadas, esta competición en la cual las primeras eliminatorias son a partido único, se le atragantaba. Mi opinión es que un laureado de la Copa del Rey que fue campeón en Elche con Eto’o en 2003, quizás sea más conrrecto decir que el camerunés hizo campeón al Mallorca de Manzano, debería tenerlo muy presente a la hora de salir a jugar. Pero el fútbol no tiene memoria ni para lo bueno ni para lo malo.

El Mallorca debería venderse como un club copero pero, desde que ganó la Copa, da percepción es que la ha tirado.

Incómodo para todos

Siempre, antes de los valores, senitmiento e historia, están los intereses deportivos y económicos. Nadie de los pobres de Segunda y Segunda B, salvo alguna rara excepción, quieren perder tiempo ni energía en la Copa del Rey. Para los técnicos, lo comentan públicamente, es un contratiempos en sus hojas de ruta. Les rompre la semana y eso no les hace nada de gracia. También incomoda a los a los futbolistas titulares pensando en que, si los suplentes van avanzando rondas, tendrán que ser ellos los siguientes en hacer un doble esfuerzo.

Álex López conduce un balón durante el encuentro ante el Oviedo. Foto: RCDM.
Álex López conduce un balón durante el encuentro ante el Oviedo. Foto: RCDM.

Rédito histórico

No se ha sabido, desde el club, aprovechar que en el 2003 se trajo el trofeo a la isla. En 15 años solamente se ha alcanzado una vez las semifniales. Fue en 2009 cuando el Barça del triplete de Guardiola apeó al Mallorca. Una pena porque mi añorado Pep Lluís Martí tuvo la oportunidad de igualar la eliminatoria de penalti. Tampoco se le ha sacado rédito a haber sido campeón de la Supercopa en 1998 o finalista de la Recopa de Europa un año después. El RCD Mallorca debería venderse como un club copero. Pero nada de nada. La percepción es de que la han tirado más que haberla competido.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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