Debemos estar satisfechos de la segunda victoria que logró el Mallorca ante el Rayo Majadahonda (0-1). Vimos una versión distinta del equipo con una actitud de esperar y jugar a la contra pero con un planteamiento que ahogó las debilidades de los majariegos. Los de Iriondo querían salir con el balón jugado y, la recuperación en campo contrario, sirvió para que Castro marcara el único gol. No fue un partido redondo porque el equipo pasó por un bajón físico que pudo costarle la victoria entre el minuto 60-70 donde los locales asediaron a Reina. Pero los de Moreno resistieron, fueron solidarios y lucharon para sumar los tres puntos.
La victoria reforzará mucho la moral del equipo de cara a las próximas jornadas.
Apuros superados
Los cambios no terminaron de dar solidez pero, en Segunda, siempre hay momentos en que se deberá sufrir. Al Mallorca le faltó arriesgar para buscar el segundo gol que significara obtener tranquilidad en los últimos minutos. El equipo debe atreverse a tener más el balón porque, cuando encadenó pases, puso en apuros a la defensa madrileña. Baba ya demostró ante Osasuna que puede fortificar el centro del campo porque, la entrada de Enzo, dio profundidad a los locales. Del partido destacararía como más regular a Pedraza porque se multiplicó cuando el equipo no se estiraba y le recuperaban en campo contrario. Abdón se creció en el segundo tiempo. Me sorprendió su cambio porque no noté en él desgaste físico y así lo demostró su remate al palo.
Seis de seis
Estos seis puntos ya no se los quita a nadie al Mallorca y serán muy rentables. La victoria reforzará mucho la moral del equipo de cara a las próximas jornadas. No solo me sorprende este Mallorca sino que me gusta. Me impresionó más la puesta en escena ante Osasuna porque su entidad es mayor que la del Rayo Majadahonda. Se superaron momentos de crisis y dificultad pero también pudo haber ganado de forma más holgada.
Portada: Celebración del tanto de Carlos Castro en el Metropoitano (LaLiga).