Lo mejor de la visita del Mallorca en su visita a la ciudad deportiva del Villarreal fue, sin duda, el resultado (1-1). El botín permite al líder mantener su distancia de ocho puntos y agregar el golaverage. Una ventaja que debería ser más que suficiente para llegar al final del campeonato con el primer puesto del grupo. Por otro lado a Vicente Moreno le queda mucho margen por mejorar de cara a la promoción de ascenso que, jugando así, se aventura como muy complicado.
El botín permite al líder mantener su distancia de ocho puntos y agregar el golaverage.
Variantes sin éxito
Frente a un partido exigente, el entrenador presentó un once muy distinto en cuanto a futbolistas y disposición dejando solamente a Abdón Prats. Una apuesta que salió mal durante 44 minutos hasta la llegada del penalti. Aprovechando un regalo de la defensa grogueta, Salva Sevilla forzó una pena máxima. Durante prácticamente todo el primer tiempo al Mallorca le sucedió todo lo malo que puede ocurrirle a un equipo. No defendió bien a un Villarreal que monopolizó el balón y el dominio. Tampoco ofreció prestaciones ofensivas y, cuando parecía que la primera parte terminaría con ventaja local, llegó el punto de inflexión del penalti. Una acción que el colegiado ha castigó con amarilla para el meta Cantero eludiendo más a una interpretación de la letra y no del espíritu del reglamento.
Sufrimiento
En la segunda mitad vimos a un Mallorca lanzado por el regalo que había recibido antes del descanso y parecía que, estirándose un poco, el panorama cambiaría. Pero ello solamente fue un espejismo de los primeros diez minutos porque el Villarreal B se adueñó del balón, el partido y las ocasiones. Con mencionar que Manolo Reina fue el mejor del encuentro, queda todo dicho.
Portada: Manolo Reina saludando a los aficionados desplazados a Villarreal (RCDM).