Evenepoel, rey de París

La clásica olímpica no ha defraudado. El recorrido auguraba un espectáculo mayúsculo.  Paisajísticamente,  el marco era inmejorable, ciclísticamente, una auténtica ratonera. Por suerte, el tiempo acompañaba, dejando la dificultad  reservada a buscar y encontrar la mejor situación para responder o protagonizar el ataque decisivo. Doscientos setenta y dos kilómetros, trece ascensiones, con especial relevancia al […]